La práctica del running generalmente inicia con un propósito, y luego da paso a otro. Sí, probablemente cuando se toma la decisión de empezar a correr como rutina de entrenamiento, lo que se busca son beneficios físicos. Si bien es sabido que este tipo de ejercicio involucra una buena cantidad de músculos como los dorsales, los lumbares, glúteos, gemelos, abdominales… con el tiempo nos vamos dando cuenta que los beneficios van más allá de tonificar a punta de kilómetros recorridos.

Como el tiempo siempre da la razón, una vez la disciplina ha sido instaurada y el running se convierte en una práctica frecuente, evidenciamos que hay algo que cambia además de lo físico. Ese rush que empezamos a experimentar luego de cada sesión. Ese impulso de energía. Muy seguramente esto que sentimos un efecto colateral que se está dando en nuestro cerebro.

Incluso en un muy corto plazo, está demostrado que con sólo correr unos minutos ya se perciben beneficios en este campo, como la alta circulación sanguínea a nivel cerebral. A mediano plazo, se modifican positivamente las habilidades cognitivas con un entrenamiento regular. Y por supuesto, a largo plazo los beneficios llegan a ser más profundos y perceptibles, al moldearse de una forma progresiva nuestro cerebro. Llevando esto a nuestro lenguaje cotidiano, correr nos quita el estrés, regula el sueño, controla la ansiedad, la depresión y mejora la memoria. Con este pequeño listado, sabemos que más de uno se estará parando de la cama.

Correr, ¿la fuente de la felicidad?

No es casualidad que un corredor siempre esté esperando con ansias su próximo entrenamiento. La sensación que se produce al liberar endorfinas cuando se termina una carrera es casi adictiva. Ya entendemos el porqué de la tendencia de buscar el running como una excelente fuente de bienestar. Este conjunto de sensaciones que nos llevan a un estado ideal está también compuesto por la notable reducción de la ansiedad y la mejora en el estado de ánimo y en la autoestima.

La producción de endorfinas es la responsable de todos estos beneficios, al presentarse como una regulación en el cerebro que nos ayuda a liberarnos progresivamente de muchos males no deseados. La mejor noticia es que incluso no necesitas sesiones largas para lograrlo. Con realizar un entrenamiento acorde a tu acondicionamiento, empezarás a sentir este regalo que tu propio cuerpo te da.

Estos beneficios para alimentar nuestra felicidad a través del running, también se traducen en una mente activa. Tan inevitable es, como conscientes somos, que al pasar de los años la mente se va deteriorando. Y sí, tal como te lo imaginas, nuestro ejercicio favorito puede jugar un papel fundamental en este proceso. Cabe anotar en este punto que hay otros factores que le hacen muy buen juego a nuestra disciplina, aquellos que llamamos buenos hábitos. Dormir las horas necesarias, una dieta saludable y responsable y bajarle el consumo a aquellas sustancias nocivas para el cuerpo, hacen un match que ralentizará ese proceso que muchos temen y nadie puede evitar.

Nuestra naturaleza puede decirnos que envejecemos inevitablemente, que tenemos momentos álgidos de estrés y otros emocionalmente fuerte.  Depende de nosotros cómo llevemos estos procesos, qué herramientas buscamos para sobrellevarlos e incluso prevenirlos en lo posible. Correr se ha convertido en una de ellas, y los relojes inteligentes su mejor complemento. Con una tecnología como la del Polar Vantage o Polar Unite, solo por poner un ejemplo, no nos sentiremos solos durante nuestras carreras. Ahí es donde entra a jugar nuestro famoso entrenador en la muñeca. Con un plan de entrenamiento detallado, muy específico de acuerdo a tus necesidades y rendimiento, no vivirás en el incógnito de cómo proceder en tus rutinas. A través de tu centro de comando Polar Flow, tu reloj inteligente te dirá cómo, cuándo y, con todas las funcionalidades, entenderás el porqué.

En conclusión, prepárate para correr, para correr bien, de forma progresiva e inteligente. Si ya lo haces, la guía de un Polar te llevará más lejos con más eficiencia. Si aún no tienes la fortuna de descubrir el mundo del running, únete a esta disciplina cada vez más famosa por transformar vidas (sin miedo a exagerar), por convertir mentes y, por qué no, dar resultados físicos que motivan a correr cada vez más y más.