El día que se corrió la Maratón Medellín, desafortunadamente, un atleta de 35 años que se propuso hacer 21K no logró cruzar la meta, porque tuvo un paro cardiorrespiratorio que lo llevó a su muerte.

Fue en Cartagena, hace un par de meses, que otro atleta también falleció por razones similares. 

No necesariamente las personas que tienen alguna preexistencia cardiovascular ya detectada son las que tienen un episodio como este. Debemos entender un poco el estrés fisiológico que representa hacer un gran esfuerzo físico en medio del calor y la deshidratación y saber que, si hay falta de entrenamiento, se genera un gran riesgo de no terminar la prueba.

¿Cómo se podría preparar mejor un competidor?

Cada competidor debería tener un aval de su médico para que sea este el responsable de la irresponsabilidad del mismo atleta y no el organizador.

Además, los monitores de frecuencia cardíaca Polar son, sin lugar a dudas, la mejor herramienta para controlarse durante la actividad física y acompañar el esfuerzo sin arriesgar la salud.

Que no te gane el ego

 

El tema del ego también será siempre un problema presente. Todos los participantes sienten gran ansiedad por terminar y van apretando el ritmo para tratar de ganarles a todos a su alrededor, excediendo sus límites cardiovasculares con facilidad y olvidando que primero está el cuidado de su corazón. 

El corazón es el músculo más importante que tenemos en el cuerpo y hay que respetarlo, porque en el momento en que llegue a su límite máximo, lo único que puede pasar es que la persona pare o que el corazón pare. Cuando la persona excedió su límite, el resultado fatal llega tardíamente cuando ya no hay nada que hacer para evitar fibrilación u otro

 

Recomendaciones finales

Los médicos nos recomiendan también hacer de forma periódica una evaluación física con prueba de esfuerzo, monitoreo de presión arterial, ritmo cardíaco y ecocardiografía.


Hay que entrenarse inteligentemente con profesionales.